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Entre el cajón de tu ropa interior y yo,
tu lugar en nuestra cama humeante
se burla de mi tentación por olerte.
Entre la ansiedad de tocar tu cuerpo ardiente
y la ligera perturbación de mis sentidos
-provocada por el antibiótico-,
mi nariz me reclama por tu aroma.
Entre las ganas y el deseo de tenerte y nunca soltarte,
mis dedos recorren lento tu suéter favorito
impregnándose de ti ...
No quiero lavarme,
no quiero perder jamás tu esencia de mis manos,
quiero dormir contigo siempre,
quiero que se me note que te extraño así,
justo así ...
Así.
Luisz de Pablo
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Ahhhh [suspiro]...
la chida de la historia dijo...
20/10/10, 13:49