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Ayer, alguien preguntaba en el facebook: ¿Quién escribe poesía en prosa?

Sutil y humildemente contesté que yo.

También he de decir sin embargo que aunque las leyes poéticas sean destrozadas por todo mundo, eso no quiere decir que no existan. La métrica y la rima son en realidad hermosas y no se puede negar que los grandes poetas eufemísticos tienen la onza para hacer volar al vulgo con sus versos. No tanto a mí, es decir, disfruto un poema pero a menos que me toque un nervio espectacularmente, no lo retengo, no lo amo y ciertamente no lo guardo entre mis favoritos.

Realmente, lo mío es la prosa. No es del todo cierto que ofrezca menos posibilidades metafóricas (o eufemísticas como les prefiero decir); la belleza de un texto depende única y exclusivamente de los ojos que lo leen. Es un galimatías preguntar al autor por calificaciones de sus propias obras, no sería objetivo; hay quienes aman profundamente los frutos de sus neuronas y los ven con toda la perfección con que uno ve a sus hijos, también los que escriben y olvidan, pero los más interesantes somos los obsesivos que no dejamos de encontrar defectos (por más pequeños, intrascendentes o sutiles que sean, ¡son defectos!) en nuestros escritos aún años después de haberlos manufacturado.

Inevitable es que la poesía me lleve a tus brazos. Cuando reí contigo supe que nunca tuve idea de lo que es reír. A agradecer a Dios, a todos los ángeles del cielo y a todas las flores del campo por tu existencia. A recordar cada uno de los poros de tu piel. A saber que el tiempo juntos nunca es ni podrá ser tiempo gastado. A quererlo todo contigo. A desearte como nunca y a extrañarte como siempre y a amarte con todo mi ser. A tener la seguridad de que vamos a estar bien, no como una promesa a futuro porque ahora estamos más que bien, sino como un destino al cual tenemos que allanarle el camino de a poco. A no importar que estemos en un sillón apretado o bajo la lluvia afuera de un hospital o atrapados en el tráfico o haciendo el amor en un balcón o almorzando frente a una vista espectacular o dormidos espalda con espalda o sólo abrazados sin decir palabra, si estamos juntos estamos bien. A la certeza de la certeza, de que mi vida eres tú y que tu vida soy yo.

Declaro al mundo (una vez más) que te amo, por eso y muchas cosas más.


3 comentarios:

No sé cómo llamarle a esto. No es propiamente un acróstico, pero es uno...

Sea como sea, te quedó excelente.

Por cierto, yo prefería la poesía en prosa HASTA que leí a Sor Juana. Ella es la maldita ley.

18/9/09, 8:14  

De lo dije ayer we, eres un chingón y un bato de los pocos que siguen vivo y admiro al mismo tiempo.

18/9/09, 10:45  

Y yo te amo a ti.. cada día más y más fuerte, más intenso, más perfecto...

El mirar tus ojos y encontrar en ellos verdad, entendimiento y todos los sueños que compartimos, es lo que me hace dar gracias a Dios por todo lo que eres, por todo lo que somos y por lo que nos espera, que también es perfecto...

Gracias, no sé que más decir...

21/9/09, 17:52  

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