xviii.






El ladrón que sobornó a la luna


la tuve en mis brazos
estuvo llorando
me contó la ausencia
de tu amor y los engaños
jamás la verás regresar

y ahora ves
me hablaste de sobra
de las cosas bellas
que su ser encierra
y hoy al darme cuenta mi amigo
me marcho con ella

y no basta
el decir las cosas
que sientes por ella
a palabra abierta
cuando menos piensas
tu paloma vuela


soborné a la noche
y colgué el infinito
ahí donde sus caderas
le llené las zonas tan abandonadas
por tus manos muertas





Miguel Saavedra








0 comentarios:

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio