El ladrón que sobornó a la luna
la tuve en mis brazos
estuvo llorando
me contó la ausencia
de tu amor y los engaños
jamás la verás regresar
y ahora ves
me hablaste de sobra
de las cosas bellas
que su ser encierra
y hoy al darme cuenta mi amigo
me marcho con ella
y no basta
el decir las cosas
que sientes por ella
a palabra abierta
cuando menos piensas
tu paloma vuela
sí
soborné a la noche
y colgué el infinito
ahí donde sus caderas
le llené las zonas tan abandonadas
por tus manos muertas
Miguel Saavedra
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